-La UD Logroñés pierde ante la Arandina (1-2) un partido que tenía ganado y controlado hasta el minuto 87.
-Frustrados,
doloridos y desquiciados. Todo lo bueno y los méritos hechos por la UD
Logroñés se dilapidaron en unos minutos finales desastrosos. Lo primero
porque el colegiado, y sobre todo el asistente con un muelle bajo el
brazo, frustraron a los jugadores blanquirrojos durante todo el partido.
A tal grado llegó, que los jugadores estaban consumidos por los
nervios. Y lo segundo, algo que sí estaba en su mano, cuando no se puede
ganar hay que empatar. Un error, en un balón mal cerrado, llevó a Pau
Franch a remachar a placer un balón tras golpear en el poste en el
minuto 87. El mazazo fue colosal. No se podía obtener más premio con tan
poco hecho por parte de la Arandina. Quedaba un suspiro, apenas nada,
pero se entró en una guerra de guerrillas. No hubo orden, ni hubo calma.
Se dejó el partido a ida y vuelta, y en una contra Javilillo acabó
ajustando su rosca a la escuadra de Miguel para desatar la ira de Las
Gaunas.
-El primer gran error que cometió la UD Logroñés fue dejar
con vida a la Arandina en el partido. Hubo juego y ocasiones como parar
haber cerrado el partido hasta en el primer tiempo. Antes de empezar a
carburar el ataque blanquirrojo, fueron 10 minutos de letargo, Miguel
sacó una grandiosa mano a remate de cabeza de Pablo. Ahí se acabó el
repertorio de la Arandina hasta los cinco últimos minutos. Muy clara la
tuvo Chevi cuando estrelló su remate, en el minuto 20, en la cruceta, y
las tuvo Alegre antes de marcar al filo del descanso. Por dos veces
probó con el disparo, hasta que en la tercera, tras amagar y amagar,
encontró el hueco exacto para superar a Álex. Por el camino, iba minando
la moral el colegiado. Un más que posible penalti a Luis Morán, otro a
Milla por un agarrón, una mano de un defensor en línea de gol, la
prematura tarjeta amarilla a Adrián León. Todo iba calando en las
cabezas de los jugadores. El 1-0 al descanso era un consuelo pero no
reflejaba la superioridad blanquirroja.
-Las ocasiones iban
llegando en la segunda parte porque el guión no se alteró. Otro disparo
de Alegre, un cabezazo de Borja pegado a la cepa del poste, y otro
intento de un Luis Morán que estuvo muy activo y participativo. Pero el
gol no llegaba, y el ambiente se iba caldeando. Un balón en largo para
Alegre, terminó con el balón empalado a la red, pero el asistente ya
había invalidado la jugada por enésima vez. El malestar ya se hizo
demasiado palpable cuando tras un mal despeje de la defensa de la
Arandina, el balón le caía a Alegre, y el asistente también levantaba la
bandera. Los decibelios subían y el sainete ya era un hecho. No se supo
amarrar el partido y se dilapidó con la frustración. La Arandina
encontró oro. Jugó al cara o cruz, al dejar a cuatro jugadores
descolgados en ataque, mientras los jugadores blanquirrojos terminaron
abatidos y desolados. La ira del público se centró sobre el colegiado y
su asistente para finiquitar un partido de la forma más asombrosa: con
un equipo desquiciado y otro frotándose aún los ojos para creérselo.
FICHA TÉCNICA:
Ficha del partido
1
UD Logroñés: Miguel; Miguel Santos, Carlos Barreda, Borja, Paredes;
Muneta, Adrián León, Chevi; Pere Milla, Luis Morán (Carlos Fernández, m.
70), e Iker Alegre (Álvaro González, m. 73)
2 Arandina: Alex; Ruba
(Adri, m. 77), Pablo, Sergio, Mauri; Gonzalo, Seoane, Ochoa (Manu, m.
67), Carlos; Nico (Javilillo, m. 56); y Pau Franch
Goles: 1-0, m. 42, Iker Alegre. 1-1, m. 88, Pau Franch. 1-2, m. 94, Javilillo..
Árbitro:
Fernández Pérez, del colegio catalán. Amonestó a los locales Adrián
León, Muneta y Chevi; y a los visitantes Mauri, Pablo y Pau Franch.
Incidencias:
Partido correspondiente a la jornada 25ª en Las Gaunas con 2.658
personas en Las Gaunas. Medio centenar de aficionados llegados desde
Aranda.
