- Sufriendo, pero con el apoyo de 300 incondicionales que no dejaron de animar ni un solo segundo, bajo el sol o bajo el agua. Así ha conseguido la Unión Deportiva Logroñés en Villarreal el pase a las semifinales del play-off de ascenso a Segunda A. El gol de Iker Alegre ha valido doble en el empate a uno final. Un esfuerzo titánico que ha acabado en fiesta. No podía ser de otra manera.
-En el 22, justicia en el campo: Rodri hacía el empate. Con el 0-0 de la ida a la UDL le seguía valiendo el resultado, pero los casi 70 minutos que quedaban parecían muy largos. El Villarreal bajó algo el pistón, pero el partido tenía sólo una portería, la de la UDL.
Claro que las porterías tienen palos: Rodri se dio con uno de ellos en el 43, dejando el corazón en la garganta de los animosos blanquirrojos desplazados a Villarreal. Y sólo dos minutos después, al borde del descanso, las cosas se ponían aún peor: segunda amarilla a Adrián Cruz. Quizá algo rigurosa, pero pitable.
-Tocaba aguantar, a la fiesta se unió la lluvia, fuerte por momentos. Y los minutos pasaban, y cada jugador de la UDL en el suelo era un minuto menos, y cada gemelo era un poema, mientras la grada se desesperaba.
-Pero pasaban los minutos, llegaba el 70, el 80, el 80... y el árbitro descontó 6, y se seguía sufriendo.
Hasta el final. La UDL sigue adelante. Con la sensación, además, de haber podido con un auténtico equipazo, probablemente el mejor contra el que se ha enfrentado el Logroñés esta temporada.
Con convencimiento y lucha, ya que no con fútbol, también se sobrevive. El sueño sigue vivo.
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